¡Tu carrito está actualmente vacío!
¡Güenas, paisano! Don Gervasio te explica cómo preparar tu calabaza pa’ que quede pa’ la historia.

¿Por qué diablos hay que curar el mate, aparcero?
¡Ahijuna! Si pensás que curar el mate es cosa de viejas, ¡estás más perdido que turista en la pampa! Curar tu calabaza no es un capricho ni una pavada, es parte fundamental de la tradición gauchesca que nos dejaron nuestros tatarabuelos. Y si querés que tu mate no sea una porquería con sabor a zapallo podrido, prestá atención a los consejos de este viejo gaucho.
Beneficios de curar tu mate como la gente
- ¡Pa’ sacarle lo amargo, canejo!: El processo elimina ese gusto a yuyo silvestre que trae la calabaza recién cortada.
- ¡Pa’ que dure más que un político en el poder!: Un mate bien curado te va a acompañar en cientos de rondas sin rajarse ni pudrirse.
- ¡Pa’ honrar la tradición, por la Virgen de Luján!: Cada vez que curás un mate, el espíritu del Martín Fierro sonríe desde el cielo.
Paso a paso pa’ curar tu mate como un verdadero criollo
1. Primeros auxilios pa’ la calabaza
- Cargale yerba húmeda, pero sin abusar: Llenalo con yerba usada o nueva idealmente hasta unos dedos abajo de la virola. ¡No seas ansioso y lo llenés hasta el gorro! Si lo hacés, vas a tener más agua derramada que en diluvio del arca de Noé.
- Echale agüita tibia, ¡pero tibia nomás!: Nada de agua hirviendo ( la temperatura ideal para cebar mates es entre 80 y 85 grados como mucho), paisano, que vas a matar la calabaza antes de empezar. Con el agüita tibia dejalo reposar 24 horas pa’ que la calabaza se despabile y largue todas sus mañas.
2. Limpieza a fondo, que no quede ni rastro de porquería
- Sacá la yerba con el mismo respeto que sacás tu sombrero en la iglesia: Después de un día entero, vaciá el mate con cuidadito.
- Raspá el interior como quien raspa la olla del puchero: Usá una cuchara chica y con paciencia de pescador, rascá todo el hollejo. Esas fibritas rebeldes se tienen que ir pa’ que tu mate quede como la cara de un bebé.
3. La persistencia del buen gaucho
- Repetí la operación como si estuvieras domando un potro salvaje: Entre 3 y 5 veces hay que hacer este ritual. Cada vez que lo hacés, tu mate se va volviendo más mansito y pierde ese sabor a yuyo del campo.
4. ¡Por fin llegó la hora del estreno!
- Ya podés lucirte, aparcero: Terminado el curado, tu mate está listito pa’ la primera cebada oficial. ¡Ahora sí! A disfrutar de una buena yerba con agua caliente (pero no hirviendo, ¡que no aprendiste nada, caracho!).
Secretos de pulpería que te comparto, de gaucho a gaucho
- ¡Ni se te ocurra usar jabón, por todos los santos!: El detergente en el mate es como ponerle perfume francés al asado. ¡Una herejía imperdonable!
- Guardá tu mate como guardás los secretos: En lugar seco y fresco pa’ que no le agarre moho ni se te eche a perder.
- ¿Tenés un mate de cerámica o metal?: Esos son más simples que resero de estancia chica. Con enjuagarlos con agua caliente ya están prontos.
- Pa’ los mates de algarrobo, una mañita extra: Si querés tratarlo como a un Rey Mago, dale una pasadita de manteca o un chorrito’e whisky por dentro. Esparcilo con las yemas de los dedos como quien acaricia a su china en día de fiesta, y después seguí con el proceso normal.
Conclusión: No hay mate bueno sin buen curado
En la tradición criolla, curar el mate es tan importante como saber ensillar un caballo o preparar un buen asado. En Don Gervasio te ofrecemos los mejores mates de calabaza premium y algarrobo ( próximamente) seleccionado pa’ que puedas arrancar esta aventura con el pie derecho.
¿Querés más consejos materos o precisás uno de nuestros mates premium? ¡Pegale una visita a nuestra sección de mates artesanales o contactate con nosotros por WhatsApp!
¡Salú y que el mate te acompañe, paisano!
Nota: Este artículo fue preparado por los gauchos expertos de Don Gervasio, especialistas en cuchillos de acero inoxidable con mangos de madera y mates de calabaza premium desde tiempos inmemorables.
Deja una respuesta